EXPERIENCIA EN LA MARATON DE PORTO
ALEGRE - BRASIL 2005
Por: Javier Morales
Equipo: Ruteros 60
Primero que nada lo que una persona normal debería hacer es planificar con bastante tiempo de antelación que es lo que va a correr, luego comenzar el entrenamiento con una meta fija, pensando en la fecha definida, analizando hasta los mínimos detalles en el almanaque con respecto a las carreras de distancias o a las pasadas. Pero nunca se debe descuidar cual sera el clima en el que vamos a desarrollar nuestra prueba y donde vamos a regenerar o a realizar nuestro ultimo trote, si es que viajamos a algún lugar en que nunca hemos ido (elegir un parque o plaza para dicho evento).
Los corredores muchas veces no nos vemos como muy normales por las diferentes cosas que realizamos, auque también las motivaciones son diferentes, ya sea correr el maratón por primera vez, bajar los tiempos, conocer el lugar en que se desarrolla la prueba o simplemente acompañar el grupo en el viaje y ya que estamos correrla. Todas son validas y cada uno la disfruta a su manera. Eso no nos lo va a quitar nadie absolutamente nadie, ni el goce, ni el placer hasta el sufrimiento.
En el caso nuestro comenzamos a estudiar la posibilidad de ir a Porto Alegre en octubre del año 2004, ahí un grupo de los Ruteros 60 definimos la fecha exacta 29 de mayo de 2005 y el comienzo de los entrenamientos comenzar en enero mismo.
Nuestra idea de tratar de llenar un ómnibus con compañeros de la AAU, era parte del sueño. Comenzamos las reuniones luego de la Carrera de Pando, el sueño comenzó a tomar forma.
El día 26 de mayor en pleno viaje a Porto Alegre lo que comenzó siendo simplemente una ilusión hoy era una definición exacta de que estábamos en camino, con integrantes de todos los equipo, Tacurú, Coyotes, Nacional, Progreso, Atletas del Sur, y los Cardenales de Juan Lacaze.
El viaje se nos hizo corto, tal vez la ansiedad se mezclo con la buen onda y antes de bajar del Bus, ya habíamos acordado, registrarnos y a los 30 minutos encontrarnos en el hall para hacer un trote regenerativo en el parque Farropilla a unas 10 cuadras del hotel.
El día sábado fuimos a buscar el kit con el chip y el número con el cual íbamos a correr, un mundo de gente y una organización que nos deja helados y de la cual deberíamos de aprender mucho todos los uruguayos.
Después en la tardecita en el hotel Farto se dio cuenta que había perdido el chip para la carrera, que momento de locura, que hacer, hablamos con los organizadores en la cena, pero al final apareció debajo de la cama y pudo correr con el, un dato anecdótico para tener en cuenta ser un poco mas ordenado, y menos nervios no?
En la nochecita el jantar de masas (la cena de pastas) sencillamente espectacular, todas las cosas en sus respectivos lugares y con una gran amabilidad de parte de los organizadores, que sana envidia de estar en todos los detalles. Un momento de real camaradería, espectacular.
Claro a esa altura mucha distensión pero ya se empezaron a notar los rostros de concentración, de nervios por ser ya la noche previa a la carrera. Lo que nunca deja de llamarme la atención es la indiosincracia del uruguayo, siempre tratando de sacar alguna ventajita de algo, llevarse algún recuerdo.
Bueno por fin comenzaron los preparativos para el gran día, desayunamos a las 6 de la mañana y todo el mundo se quejo de que no habíamos dormido, ni descansado bien. A las 7,10 ya estábamos en la largada, muy colorida, muchísima gente, y una tribuna llena de torcedores, con mucho ruido, por supuesta que también había muchas promotoras, se acuerdan chicos?
La temperatura en esos momentos alrededor de 19°, ideal, pero la temperatura nuestra bastante más alta, todos con mucha ansiedad y nervios.
Largaron primero en el maratón las mujeres, y ahí nuestro crédito estaba en Isabel Castro, Flavio de los Santos y Carla De Feo.
Posteriormente todos los hombres, nuestros valores eran Luis Noguez y Ángel Leyton.
Y por ultimo los corredores de los 9Km ahí teníamos nada menos que a Mauricio Ramírez y Monica de Armas.
El desarrollo de la carrera fue reconfortante ver tantas personas corriendo, de diferentes edades, diferentes equipos, el agua estaba donde debía estar y a partir del Km. 17 comenzó la bebida Isotónica famosa, todos los kilómetros marcados como corresponde.
El paisaje sobre la costanera muy bueno, los barcos con las sirenas acompañaban a los corredores, antes de subir al morro en la mitad de la carrera una escola acompañaba el devenir de los pasistas, el morro bien, los tiempos iban marcando en mi caso estar por debajo de lo esperado, esto me incentivaba mas a bajar los tiempos ya que también me sentía fuerte.
Como en el K28 me cruce con Yeritano, en el K35 con Pablo Biggio que venia con bastantes dolores, en el K40 con Alejandro López.
Bueno ya esta, ya llegamos, a meter un poco mas, había comenzado a tener mas sed, mas calor, una paspadura me estaba laburando mal, una rodilla me estaba empezando a inquietar, solamente faltan 2. A disfrutar lo que resta, pasan muchas cosas por mi cabeza, mi familia toda, mi señora siempre al firme apoyándome en todas mis locuras, los amigos que siempre apoyaron incluso con sus llamadas, los que por distintos motivos no están o no pudieron ir.
Me estaba esperando Carlitos Franco con agua antes de comenzar los dos repechos finales, comenzando a repechar estaba Mauricio que comenzó a laburarme la cabeza, dale que estamos a bajo de 3.15, un tiempo de novela, quise apretar el paso, la emoción, ganas de gritar de llegar, y me acalambre, nunca me había pasado esto antes. En un instante se me vino el mundo abajo, pensé pucha tendré que caminar, pero por suerte paso en seguida.
El cartel de llegada, la recta final todos los uruguayos en terrible griterío y con la bandera, simplemente majestuoso y emotivo por demás.
Por fin llegamos, cansados, doloridos pero llegamos, llegamos todos que espectacular carrera.
Había carpas con masajes, agua, kit de alimentos, medalla, pergamino, profesores para estirar y todavía algo que me dio mucha vergüenza, nos preguntaban cuando era la maratón de Montevideo, que responder si ni siquiera esta confirmada la fecha.
No me quiero olvidar de destacar dos puntos importantes, por un lado que Capoiera no pudo llegar por un problema en el tobillo y cuando estuvo en la meta no acepto la medalla, creo que ese gesto es impresionante, digan lo que digan, y por otro lado que en la noche anterior a la carrera el Papá del compañero Franco de Progreso sufrió un infarto, tratamos de tranquilizarlo y que corriera de la mejor manera. Que momento no, a la llegada a Montevideo, falleció, vaya un fuerte abrazo para un amigo mas en este momento tan doloroso.
Salud, en especial a los todos los integrantes de los Ruteros.
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