lunes, 29 de octubre de 2012

Marciano Duran

USTED PREGUNTARÁ POR QUÉ CORREMOS
(a Mario Benedetti...un fenómeno que nunca corrió una carrera)


Si el frío nos perfora hasta los huesos
y el sol va quemando nuestros planes.
Si el viento nos devuelve hacia el principio
y el desaliento esconde los finales...

...usted preguntará por qué corremos.

Si cada cuesta cuesta hasta el ahogo
y en la pendiente pendiente está el desplome.
Si los aires ya no son los del comienzo
y la ruta es una sucesión de murallones...

...usted preguntará por qué corremos.

Si el aire disminuye hasta la asfixia
y respirar se torna un desafío.
Si la sed reseca los caminos
y nos asaltan los fríos y resfríos...

...usted preguntará por qué corremos.

Corremos porque el paso no es bastante
y no es bastante el canto ni la risa.
Corremos por los cuerdos que extrañados
ven pasar a los locos con su prisa.

Corremos en un mundo muy sensato
regido por la típica cordura.
Corremos cada loco reclamando,
el derecho al paréntesis que cura.

¡El derecho irrenunciable a la locura!

Usted...¿Insiste una vez más en preguntar?

Corremos, señor...téngalo claro,
porque no nos enseñaron a volar.

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