sábado, 14 de marzo de 2009

Maraton Rosario 2002 por Javier Morales

Experiencia en el Maratón

Rosario - Argentina 2002

Creo que lograr correr la distancia de 42 Km. encierra un poderío mental y físico extraordinario. Esa distancia mítica, ese muro del que hablan varios corredores es verdaderamente una prueba de supervivencia.
Después de la San Antonio de Pirlápolis en Enero de 2002, se nos acercaron unos muchachos argentinos promocionando una carrera de 42 km. en el Día de la Bandera en el Interior de Argentina, donde nos entusiasmaron con su organización, recorrido, de correr por primera vez con el sistema de chip en los championes y de su premiación. Quedamos bastante impactados por todas esas cosas, algunas nuevas para nosotros y un reto muy importante correr fuera del país por primera vez.

El equipo RUTEROS 60, el cual integro con mucho orgullo, comenzó a pensar, planear, mentalizar de correr esa distancia en la Republica Argentina, mas precisamente en la Ciudad de Rosario, el día 23/06/02.
Fue pasando el tiempo, nos pusimos las pilas y comenzamos a entrenar con esa meta en el horizonte. Corriendo las carreras del Campeonato de la Agrupación de Atletas del Uruguay y tratando de juntarnos para entrenar un día a la semana como pasada larga dentro de los preparativos.
A dos días de la Carrera todos los planes, casi sucumbieron ante la noticia terrible de que con el ómnibus contratado no llegaba a los cupos necesarios por los costos de los pasajes, hubo que rearmar todo entre los pocos que quedaron interesados y realizar las averiguaciones pertinentes para poder hacer el viaje a la Argentina. A esta altura no estábamos preparados psicológicamente para dejar de lado todo el esfuerzo, de no correr el maratón después de tanta preparación..

En pocas horas resolvimos el viaje y lo concretamos. Fuimos llegando como gitanos cada uno por su lado, por el tema de los horarios.
El domingo 23 de Junio a las 9.30 de la mañana, parecía mentira estábamos a punto ya de partir, en la Carrera el inmenso frío ya estaba dejado de lado, con el chip puesto, la adrenalina a mil, y disfrutando de una hermoso paisaje costero sobre el río Paraná, con una organización excelente. Los parlantes daban el anuncio de bienvenida y el comienzo del Maratón.
A un disparo de Cañón comenzó la carrera, la cual tenia un recorrido precioso hasta incluso se pasaba al lado de la cancha de Rosario Central.
La carrera en si fue impresionante, con el equipo por primera vez junto en una carrera de esta magnitud, mas otros uruguayos que conocimos en el viaje, y atletas a los cuales no conocíamos.
Muchas personas acompañando y alentando en todo el transcurso de la misma, tanto a los competidores locales, uruguayos, como al resto de los extranjeros.
Compartimos junto a Jorge Damonte, Brenda Rocha, Leonel Bertinat, momentos de alegría y el regocijo fue inmenso cuando por fin traspusimos la meta eufórica, la cual uno a uno, fuimos llegando todos los yoruguas que participamos. El gran recorrido, diría envidiable.
En la tarde fuimos invitados a la premiación, en la cual subieron al podio casi todos los que participamos y con entusiasmo agitamos la bandera nacional que alguien nos arrimo en ese momento tan especial y fuera de casa.

Disfrutamos junto a todos los atletas de un pequeño agasajo al finalizar la carrera con chocolate caliente, en la cual felicitamos a los organizadores de la misma, por tantas atenciones.

Salvamos con muy buena nota nuestro primer gran examen.
Y volvimos con el enorme sueño cumplido de representar nuestros colores.
Es bueno contar siempre en todos los órdenes de la vida con un grupo de compañeros, que te apoye y te incentive.

Un RUTERO amigo siempre te acompañara en el camino.

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